Series estadounidenses, ¿fenómeno pasajero?

21 05 2007

 

 

Las series de origen estadounidense atraviesan por su edad de oro, con unos más que aceptables índices de audiencia en la actualidad (rondando en ocasiones o superando los 20 millones de telespectadores en el muy atomizado mercado televisivo de EEUU).

 

En España, ha ocurrido algo similar, ya que las series estadounidenses ocupan ya el 80% de la ficción televisiva emitida. Cadenas como Cuatro y la Sexta encabezan la oferta de títulos extranjeros, los más rentables para aumentar audiencias. Fernando Jerez, director de antena del canal Cuatro, recuerda que ésta es una televisión jóven y que en sus comienzos tuvo que dirigir su estrategia de programación estelar a la ficción estadounidense, más barata y de más rápida adquisición. Ahora, esta táctica ha pasado de ser una necesidad a convertirse en una opción, al igual que ha ocurrido con la Sexta, que confían ciegamente en su rentabilidad para elevar las audiencias.

 

No quieren arriesgarse, ya que actualmente les va muy bien gracias a la emisión de este tipo de ficción, pero llegará un momento que como todo, será un fenómeno pasajero, la gente se cansará y necesitará nuevos formatos, ya que con la masiva presencia que están teniendo en las cadenas españolas, es muy posible que ésto sea lo que pase, al igual que ha ocurrido con el formato reality show en nuestro país, el cual comenzó con unas altas audiencias y actualmente va en descenso, dónde sólo unos pocos de todos los que se emitieron, siguen en antena. De todos modos, animadas por el éxito de de este género, no han escatimado en gastos y han competido entre sí para hacerse con los derechos de algunos de los mejores títulos del mercado. Este fenómeno, tenderá a equilibrase sólo cuando las nuevas cadenas apuesten poco a poco por el producto español.

 

La diferencia con las series españolas es tan abrumadora que, de los 34 títulos que se emiten en la actualidad, 27 son estadounidenses. Además, ocupan 1.080 minutos en las programaciones semanales, por tan sólo 280 de las series españolas. Existen dos razones fundamentales para entender este fenómeno: la excelente acogida que han tenido algunas de ellas como CSI, House o Anatomía de Grey; y la rentabilidad que genera a las cadenas un producto barato e inmediato, ya que lo compras, lo emites y no necesita producción, y si aparte de todo ésto, da unos altos índices de audiencia, es el producto perfecto, y las cadenas de televisión se han dado cuenta. Además, no dudan en estirar las series más exitosas con reposiciones, segundas y terceras tramas, etc.

 

En el lado opuesto se encuentran las series españolas. Se emiten pocas, pero son productivas (entre las estrenadas desde 2005, sólo Los Hombres de Paco, sigue en antena). No es que se encuentren en crisis, ni falten ideas. Los problemas son otros. Alfredo Ereño, director de márketing y ventas de BocaBoca Producciones, considera que este fenómeno atiende a la reciente aparición de dos nuevas cadenas que han tenido que rellenar sus parrillas con series estadounidenses. Hay que reconocer que las series españolas implican más desarrollo y coste, y que, a diferencia de las estadounidenses, también se identifican más con el público español cuando logran consolidarse, ya que ¿Quién no tiene en mente Farmacia de Guardia, Médico de Familia, Los Serrano o Al salir de clase? Son series, cuyo formato ha sido más que usado en televisión, y lo que se debería empezar a plantear es la apuesta por nuevos formatos, que es lo que hace falta en la serie española, ya que estamos cansados de enredos de familia e historias de policías.

 

Aunque, hoy por hoy, no se apuesta por algo que sea totalmente nuevo dada la competividad en el mercado televisivo, sin embargo, también es cierto que es muy difícil que las cadenas apuesten por un formato totalmente nuevo, por lo que es indispensable que esté avalado o haya sido emitido por otras cadenas u otros países, a la hora de importar formatos. Sólo nos queda esperar a que algún día, las productoras tengan la motivación y las ganas para llevar a cabo una apuesta arriesgada y las cadenas la tengan para emitirlo.

 

Beatriz Díaz Caba